Por Pedro Inojosa

Ex presidente de la AIC

Director de LEN Ingeniería

En primer lugar me gustaría definir qué se entiende por desarrollo sostenible desarrollo sustentable.  De acuerdo con las Naciones Unidas, el desarrollo sustentable es el proceso por el cual se preserva, conserva y protege solo los Recursos Naturales para el beneficio de las generaciones presentes y futuras, mientras que el desarrollo sostenible es el proceso mediante el cual se trata de satisfacer las necesidades económicas, sociales, de diversidad cultural y de un medio ambiente sano de la actual generación, sin poner en riesgo la satisfacción de las mismas a las generaciones futuras.

Antes de que la sustentabilidad y sostenibilidad fueran tema de agenda, el objetivo de la ingeniería en proyectos de inversión era técnico – económico-ambiental. Hoy, las circunstancias han cambiado y se hace ineludible contemplar dentro del valor de un estudio de ingeniería otros aspectos, que si bien, en forma implícita, siempre han sido considerados, hoy adquieren especial relevancia.

En relación al medio ambiente, además de minimizar los impactos ambientales, el diseño de ingeniería debe evaluar cuidadosamente las consecuencias de la elección del sitio, de las opciones de diseño, de las prácticas de construcción y de los procedimientos operacionales.

En cuanto a la utilización y distribución de recursos, hoy la ingeniería debe considerar más que nunca, la asignación óptima de éstos, de manera de generar un impacto mínimo en el medio ambiente y maximizar para las generaciones futuras el potencial de seguir accediendo a estos recursos. Es así como nuestros diseños debieran propender a utilizar materiales reciclados y materiales de la región, reducir el consumo de agua potable, proteger la disponibilidad de agua dulce y utilizar energías renovables, solo por citar algunos aspectos principales.

Los proyectos de ingeniería deben considerar la interacción con la comunidad local cuidando no afectar la salud ni seguridad de la población y procurando la creación de empleos significativos que respeten valores y tradiciones locales. Nuestros proyectos deben también apuntar a maximizar la calidad de vida de las poblaciones afectadas.

Finalmente, los proyectos de ingeniería deben enfocarse en la mitigación del cambio climático por medio de la reducción de gases de efecto invernadero y la adaptación ante los peligros e impactos a corto y largo plazo. Tenemos responsabilidad en intentar minimizar el cambio climático a largo plazo causado por las obras y las operaciones contenidas en nuestros diseños. Debemos intentar promover proyectos de infraestructura adaptables y resilientes ante las condiciones futuras que pueden resultar del cambio climático.

Muchos de estos aspectos siempre han sido parte de nuestros proyectos, pero hoy se hace necesario considerarlos y evaluarlos como objetivos explícitos de nuestro quehacer. Cada vez se requiere considerar la incorporación de nuevas disciplinas a nuestros proyectos, que duda cabe, nos enfrentamos a un desafío mayor y más complejo, pero es lo que nos exige el mundo y la sociedad en la actualidad… como empresas de ingeniería no podemos eludir esta responsabilidad.